Hoy por ser un día especial, se publica una entrada más en el blog para dedicárselo a aquellas mujeres que tanto se han esforzado por darle una vida digna a sus hijos. La madre, en términos antropológicos junto con el padre, son la base fundacional de la civilización humana. Las sociedades antiguas han dedicado gran parte de su tiempo a representar la fertilidad con la figura de una mujer de caderas anchas, como un símbolo de la fertilidad para procrear a los futuros herederos de la tierra; manteniendo así la continuidad de la especie humana. La madre siempre será una constante dentro de los grandes mitos: La titánide griega Gaia o Gea madre de cronos, la Virgen María madre de Jesucristo; Coatlicue madre del dios azteca de la guerra Huitzilopochtli.
Mucho se ha dicho sobre las madres para idealizarlas, casi elevarlas al rango de una diosa. Pero siendo realista y práctico, se comete el error de tratar a una madre como si fuera una reina en su día especial o en su cumpleaños. Y el resto del año como un ser humano más del montón. Pareciera que sus méritos, sus esfuerzos y logros por mantener el amor en la familia pasarán desapercibidos. Y cuando me refiero al amor, me refiero a cumplir con la satisfacción de las necesidades básicas, la buena alimentación, la seguridad tanto afuera como adentro del hogar, la formación educativa, moral y hasta civil de los infantes, entre muchas otras.
No estoy estoy diciendo que los hijos, los esposos o incluso los padres de la madre no sepan agradecer la labor de una buena madre por su familia, sino que la sociedad en general vive la mayor parte de su rutina como si se olvidaran de todos los sacrificios que debe realizar una madre por su familia. Y más de una madre me sabrá decir que les ha costado un huevo, escuchar una felicitación, o un "lo estás haciendo bien" por parte de sus suegros. Parece una ley cultural que los padres del novio o la novia, casi nunca van a estar complacidos con el desempeño del otro cónyuge.
La sociología, la antropología y la filosofía deberían tener su propia rama dedicada al estudio de la trascendencia y extensión del concepto de familia, y como está se ha ido transformando y adaptando con el paso del tiempo. Recientemente en el siglo XX surgen estudios académicos enfocados en el tema del feminismo. Pero qué tanto se ha hablado sobre el tema de la maternidad a lo largo de la historia. Y la pregunta central es, ¿nuestra sociedad mexicana ha sabido valorar y apoyar el rol de la madre como se merece? O tal vez, ¿preferimos enfocarnos en otros problemas?, como la corrupción en todos los niveles, los conflictos bélicos en el mundo, la crisis climática, la escasez del agua, etc. Y no nos damos cuenta de que hay una madre a quien cuidar, a quien atender, a quien escuchar. Una vez escuche en un vídeo sobre la cultura mexicana, cuya sociedad nace en la mayoría de los casos en un matriarcado, donde a veces el padre está ausente y en esas ocasiones la madre saca adelante a toda la familia. Un país donde en teoría se valora a la madre, pero en la práctica se le premia al padre. Un sistema patriarcal donde el machismo yace en el inconsciente colectivo. Dejando en segundo plano los logros y aportaciones de las mujeres, especialmente cuando son mamás. Eso, en lo que a mí respecta, se debería insistir con un cambio en la mentalidad de cómo percibir a las mujeres y a las madres.
Recuerdo alguna vez haber leído un artículo llamado "La maternidad: percepción universitaria sobre sus efectos en el ámbito laboral, académico y social" en cual entendí que hay personas que creen que por el hecho de ser madre, sus oportunidades para aspirar a un puesto de trabajo importante se ven cancelados, o en su defecto limitados. Pero la palabra que yo usaría sería truncados, porque la sociedad confunde la igualdad de derechos con la igualdad de obligaciones y roles de genero. Lo que las mujeres necesitan es equidad para que las condiciones de trabajo se adapten a sus necesidades. Y las madres, ya sea en condición de parto o post parto, necesitan de algunos apoyos que todavía les permita mantenerse activas en el mundo laboral para ganarse la vida, y estar mejor preparadas en el ámbito educativo.
Supongo que esta reflexión se está ramificando en temas de derecho a las mujeres, la importancia de la maternidad para el desarrollo integral del infante, y como influye la cultura en las normas sociales que moldean el arquetipo de madre, y viceversa. Y un sin fin de temas que sería menester, poder analizar cada uno, a lo largo de varios artículos para este blog, así como futuras colaboraciones.
Hay mujeres que aspiran a convertirse en madres, y no lo consiguen por temas de fertilidad. Ellie de Up
Hay mujeres que nunca quisieron ser madres, algunas aceptan el sacrificio, otros desisten y renuncian a su responsabilidad para dárselo a alguien más. La madre de Louis en la Familia del Futuro.
Otras, aceptan y abrazan esa responsabilidad de cuidar a un hijo que no es suyo, y que incluso es diferente a su especie. Porque ven ellos la necesidad de ofrecerle a alguien su amor. Kala, la madre adoptiva de Tarzán
Otros, asumen ese rol porque las circunstancias así lo demandan. Hermanas que cuidan a sus hermanas con sudor y lágrimas, con desgaste emocional y vital. Y no permiten que nada ni nadie los separe. Nani la hermano de Lilo, quien adopta el rol de madre después de la perdida de sus padres.
Otras, no sienten ni amor ni empatía por sus hijos, hasta el punto de eliminarlos cómo un papel viejo partido en trozos y arrojado a la basura. Otras en cambio, se apiadan por la vida de una criatura indefensa e inocente, que a pesar de no compartir lazos sanguíneos, los crían como si fueran sus hijos. La Baronesa Von Hellman, madre biológica de Cruela y Catherine la ex sirvienta de la Baronesa respectivamente.
Hay madres que se caracterizan por su temperamento fuerte, y su patológica necesidad de presionar y manipular al máximo posible la vida de sus hijos, como es el caso de Lois en Malcom el del medio. Esto se justifica en un círculo vicioso donde son los mismo hijos hacen de su vida un calvario. En consecuencia, Lois les paga con la misma moneda a sus hijos, castigándolos de la forma más humillante y represiva posible, convirtiendo la existencia de cada uno de ellos en un infierno. Podríamos ser imparciales al decir que la actitud dominante y hostil de Lois es el síntoma y no la enfermedad, causada por todo el estrés que sus hijos le han hecho pasar de diferentes maneras. A lo largo de la serie nos demuestran que ella está frustrada y cansada por el comportamiento incorregible de su propia familia, lo cual justifica su personalidad explosiva. No en balde, se pueden rescatar momentos memorables cuando pasa tiempo de calidad con sus hijos.
La maternidad va más allá de la sangre, la cultura popular o la imposición de las normas sociales sobre los individuos. Ser madre, en lo que a mí respecta (en base a mi humilde experiencia como el hijo de una gran madre), es más que la simple condición de ser la progenitora legítima de una criatura. Es en esencia el amor incondicional hacia un ser indefenso y tierno. Una magia ancestral y poderosa capaz de soportar cualquier inclemencia externa, para cuidar a su protegido. Pero ese magia no puede sostenerse por sí misma, su poder depende del amor recíproco que pueda recibir de dicho protegido. Si no aprendemos a cuidar esa magia, se extingue. Como un fuego que necesita ser alimentado, con palabras de amor, con cariño, con respeto, con muestras de colaboración cuando se requiere.
A lo largo de la vida, las mamas necesitarán que sus hijos las ayuden en diferentes actividades acorde a sus capacidades. Una buena madre hace de todo para satisfacer las necesidades de su familia, ademas de que la interacción afectiva está de sobra. Por lo que, sería justo, y una bendición que dichos hijos le devuelvan el favor de manera voluntaria, incluso antes de que se lo pidan. Para todos los hijos y todas las hijas de una madre amorosa, deben aprender:
Hacer labores de limpieza en la casa como sacudir, barrer, trapear, lavar platos, lavar ropa, planchar, etc.
Si pueden, aprendan a cocinar, aunque sea algo sencillo pero rico.
Inviten a su madre a salir, salgan con ella a divertirse, caten, bailen hagan alguna actividad con ella.
Acompáñela a misa aunque sean Ateos o critiquen a la iglesia.
Déjenla descansar, y que se divierta dónde sea y con quien sea.
Para este día de las madres, le compre una bolsa de regalo que venden en los puestos ambulantes, venía con una rosa adentro de una esfera con líquido transparente adentro, se prende cuando enciendes el interruptor de abajo, venía con algunos chocolates, luego le compre un paquete de sus dulces favoritos. Y también le regale dinero para que se compre el maquillaje que ella escoja. Así como ella me consentía comprándome juguetes cuando era niño, porque no habría de consentirla de esa manera. Le di su abrazo después de levantarse de la cama y su beso en la mejilla. Cada quien consiente a su mamá como mejor pueda, como le nace o le salga del bolsillo, pero la intención y la buena impresión son lo que cuenta.
Te amo mamá